Ya sé que también ayudaron las ilustraciones de María Polán, pero el suceso fue que el libro fue pasando de boca en boca, y llegó a oídos de colegios distantes y de lectores distintos. Algunos de esos colegios, impulsados por ese boca a boca, me invitaron a acudir a sus aulas para hablar con los alumnos del proceso de creación y todo lo que conlleva. Cuando recitábamos poesía desde el atril, a menudo éramos conscientes de que el auditorio no se estaba enterando de nada, la poesía no siempre está diseñada para ser recitada en alto, ni está hecha para todos los oídos, sin embargo un auditorio de niños es otra cosa, ahí la imaginación fluye libre, si no les gustas se aburren y te lo dicen, y si eres capaz de conectar con ellos, tienes el triunfo asegurado. Eso fue lo que me pasó en uno de los colegios a los que fui invitado tras publicar Rosa Terrosa, se trata del Colegio Manuel Pacheco de Badajoz . Antes de acudir, su directora, Maribel Rodríguez, me puso en guardia respecto a las peculiares condiciones que rodean a ese colegio: está situado en un barrio marginal, con un alto porcentaje de delincuencia, mucho abandono escolar y escasa concienciación cultural en las familias. La primera vez que fui pensé que la profesora se había excedido en sus precauciones, a la luz del día el barrio de “Suerte de Saavedra” no deja de ser un barrio más o menos normal, sin embargo nada más entrar en el colegio, otra profesora me relató un tiroteo que se había producido en las puertas del colegio la tarde anterior, con lo que entré en las aulas…, como lo diría… un poco acongojado.
Rosa Terrosa
Entrevista en el Periódico Extremadura
Entrevista aparecida el 29 de febrero de 2006.
Se puede ver aquí:
Antonio Jesús González ha presentado esta semana el libro de cuentos Rosa Terrosa, su primera obra de literatura infantil.
–¿Qué le inspiró para el libro?
–La inspiración me viene de mis charlas con los niños, de su fantasía, en algunos casos, cercana a la mía. Me inspira su capacidad de imaginar cualquier situación por disparatada que sea.
–¿Qué cuentan sus cuentos?
–La relación de una niña extremeña, que se llama Sofia, con su entorno, quien, tras perder su nombre en el bosque que la rodea, es conocida como Rosa Terrosa, y como ella se acerca a distintos hechos que le ocurren, pero siempre desde un punto de vista mágico y fantástico.
–¿Qué puede encontrar un niño en su libro de cuentos?
–Las experiencias de una niña de su edad, y en un contexto geográfico que le puede resultar próximo.
–¿A quién va dirigido el libro?
–El libro es una exaltación de la fantasía, del deseo de volver a ser niño. El lector natural es un niño de 5 a 10 años, pero lo puede leer el adulto que quiere desintoxicarse de sus preocupaciones cotidianas. Es un recorrido por la fantasía, por la ceniza que deja la infancia en cada uno.
–Fenómenos como Harry Potter, ¿perjudican o ayudan?
–La sociedad convierte muchas veces al niño en un no lector. El niño nace lector y nuestra obligación es que ame la lectura. El fenómeno de Harry Potter ha enganchado a niños y adultos a la literatura infantil o juvenil, e incluso la ha dignificado, porque en determinados ambientes se considera un género menor y yo no estoy de acuerdo con eso.